Con la reflexología se puede tratar cualquier persona: hombres, mujeres, niños, ancianos hasta bebes y embarazadas. El tratamiento activa sobre todo nuestro sistema sanguíneo y lo mantiene flexible. Eso es la base fundamental de una nutrición abundante de todos los tejidos y órganos que nos garantiza a su vez su buen funcionamiento en todas las situaciones de nuestra vida.
La reflexología nos facilita una herramienta de combatir el estrés diario al relajar nuestro cuerpo de una forma suave y a la vez muy profundo. Nos ayuda a aliviar cualquier tipo de dolor, desde tensiones musculares como tortícolis, dolores en las articulaciones hasta dolores orgánicos como gastroenteritis.